LOS IDUS DE MARZO (2012). George Clooney
El tríptico “The Inside
Job”, “Margin Call” y “Los idus de marzo”, componen el cuadro más demoledor y
terrible contra los valores que han prevalecido en las democracias europeas y
norteamericanas, en los ámbitos político, social y económico. El antecedente de
“The Best Man” (1964), de Franlin J. Schaffner, que presentaba el
enfrentamiento entre dos candidatos de un mismo partido en las primarias
presidenciales de EEUU en un hipotético año 1964, en la que ambos candidatos
esgrimían todo tipo de razones para ser ellos los elegidos, son los exponentes
de una manera de actuar. Henry Fonda y Clift Robertson, establecían su pugna en
los vaivenes de una elección que tenía ribetes de confrontación personal, pero…
nunca llegar al juego sucio, ni la destemplanza, cuando los dos tenían motivos
para ello. Esconden sus cartas ventajistas, pero no revelan su contenido por
mor de no perjudicar a su partido al cual pertenecen. Existe una razón ética.
Un reconocimiento de la responsabilidad que presupone ser candidatos de un
partido, asumiendo frente al presidente
de la nación, que deben ser fieles a un
compromiso de lealtad y al ideario del partido. Han pasado 48 años desde este
filme, el kennedysmo ha pasado y nuevas figuras han ido desdibujando los
perfiles que han dado cohesión y firmeza a la democracia norteamericana.
Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush padre, Clinton, Bush hijo y Obama,
se han deslizado en la pendiente trazada por la amoralidad política y
corrupción de Richard Milhaus Nixon, dando rienda suelta al “todo vale”. Desde
entonces hemos presenciado como los avatares políticos, tanto en Europa como en
EEUU, han desgajado de cuajo las pocas posibilidades que existían para remontar
la pendiente aludida. Cada vez los políticos son peores; la mediocridad de que
hacen gala los actuales mandatarios nos deben preocupar, pero en los otros
confines sociales existe esa misma mediocridad y corrupción: la banca; el
nacionalismo emergente; los sindicatos; los medios de comunicación; las
organizaciones empresariales; la izquierda y la derecha, la derecha y la
izquierda, todos participan de la descomposición social, política y económica
que nos ha tocado vivir. Pero ¡atención! Estas situaciones también nos ocurren
a nosotros, los españoles. Que no nos digan que si “Coriolano”, que si la
película presenta una situación atemporal; estas apreciaciones son salidas de
aquellos que no tienen argumentos sólidos para expresar. Todo eso nos presenta el citado tríptico que
nos referíamos en las primeras líneas de este escrito. Pues bien, estas tres
películas ilustran la bajeza moral y la crisis que se asentado en nuestras
lares, es decir, Europa y EEUU. Este es el prefacio de la crítica que a
continuación vamos a hacer de “Los idus de marzo”
Basada en la obra teatral “Faragut North”, de Beau
Willimon y guión de Grant Heslov y George Clooney, éste último ha articulado
una historia cinematográfica de una actualidad política semejante aquellas en
las que se denunciaba los tejemanejes de la grey que debía dirigir los destinos
de la nación más importante de la tierra. Aquí, observamos cómo funcionan los
jefes de campañas. Clooney, aunque diga que se trata de un thriller, nos
muestra el tablero donde se juega el éxito de las primarias e incide en un
hecho dramático que desencadena una de las más potentes y feroces luchas entre
partidos de un mismo signo. Nunca se puede obviar el hecho que los asistentes
del candidato son piezas fundamentales para desentrañar las claves del
comportamiento de los partidos políticos aspirantes a llegar al lugar más
descollante de un país.
Pese a la complejidad del tema, un espectador atento
reconoce muchas de las circunstancias que ocurren en la pantalla, nos son
familiares. La interpretación universal que concurre en los hechos del filme,
nos advierte que nosotros también participamos de la inmoralidad intrínseca que
supone unos acontecimientos que parecen lejanos, pero que ESTAN AQUÍ Y SON
NUESTROS. La mejor alabanza del filme, estriba en una aparente sencillez que no
es tal, sino un diorama de acciones políticas increíbles que solo puede
realizarse en el cine norteamericano, tan denostado y a veces tan poco
reconocido.
George Clooney, ha dirigido esta película siendo muy
consciente de su implicación en el desarrollo del tema, que servía para su
propia visión de un problema pocas veces expuesto en la pantalla. Quizás, salvo
“The Best Man” y “Tempestad sobre Washington”, el cine político que
directamente habla de política, tiene muy poca aceptación pública. El
espectador no desea conocer las incertidumbres de sus gobernantes, sus
debilidades, sus limitaciones, sus egocentrismos, sus sectarismos, sus
mediocridades. Cuando una historia nos recrea con fuerza realista la actuación
de los gregarios de los candidatos, nos sumen en la perplejidad y en el asombro
de no saber hacer (realizar) películas de este tipo en España. Sin duda, ahí
radica como Clooney ha tenido el acierto en abordar el guión desde una
perspectiva neutral. Sin ambages sectarios, ni interesarle si son demócratas o
republicanos. Es el espectador quien debe decidir. Con una dirección e
interpretación esplendida, Clooney está demostrando que casi es mejor director
que actor. Película recomendable, independientemente de su peso político. Ya
que existen razones colaterales tan interesantes como las propias de una
campaña política.
Nosotros aquí, rodando y realizando películas sobre
la Guerra Civil, con machaconería e insistencia, cuando el espectador no sabe
que el mejor largometraje sobre nuestra guerra, ha sido y será para siempre “El
espíritu de la colmena”. ¿Lo sabían?
1 comentario:
Me falta ver Margin Call del tríptico que comentas. Inside Job me gustó muchísimo, a veces se hace un poco dificil seguir el tema económico pero por suerte no profundiza mucho en temas más técnicos en el cual me hubiera perdido. Una película necesaria de ver y que muestra como los gobiernos de todo el mundo hacen y deshacen a placer sin poder hacer nada la población, estamos en una falsa democracia.
Los idus de marzo es igual de directa y turbadora dejando una sensación parecida a Inside Job al salir de la sesión, una mezcla de desilusión y rabia frente a los hechos que describen. Saludos cinéfilos!
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